La calle Cervantes ha quedado abierta al tráfico peatonal tras las obras de mejora que la han dotado de aceras más anchas y accesibles, convirtiéndola en mucho más atractiva para pasear. Esta actuación, que ha conllevado una inversión de 1,3 millones, ha buscado generar un entorno más acorde con el resto de calles circundantes.